La Verdad es que el compañero Monchy Rodríguez, fallecido a destiempo hace justamente 3 años en estos días, Director General de Pasaportes al momento de su deceso, fue un dirigente político y social extraordinario, pulido en las lides partidarias, proveniente de las entrañas de los sectores populares de Santiago, se había convertido sin discusión alguna en uno de los principales cuadros de la política nacional, intelectualmente forjado a la luz de varias carreras universitarias y como estratega político fue uno de los más brillantes hombres de confianza del entonces presidente de la República Danilo Medina y del Partido de la Liberación Dominicana.
Monchy Rodríguez murió sin comprender la razón política por la cual su presidente nunca le brindó la oportunidad de encabezar un ministerio, sobretodo cuando tuvo la facultad de integrar al menos dos gabinetes nuevos y gozaba del poder constitucional de hacer los decretos presidenciales, con los que Medina distinguía a muchos que no le daban ni por los tobillos a Ramon Maria Rodríguez Cruz en la capacidad política y el trabajo realizado.
Monchy había manifestado preocupación por el derrotero que tomaba la unidad partidaria y se esforzaba por contribuir en evitar lo que se veía venir y que llegó un año después de su partida.
El sacrificado dirigente peledeista, presidente del Comité Municipal de Santiago de los Caballeros, tuvo tentado a renunciar de su función gubernamental y de La mal lllamada corriente danilista al ver el gran sectarismo de la cúpula palaciega que también se le aplicaba a él sin considerar sus méritos.
Monchy estaba convencido de que necesitaba una posición política mucho más trascendente y había delineado un plan municipal para el desarrollo de Santiago de los Caballeros como municipio, cuyo principal concepto era la Alegría, elemento que transformó para siempre su rostro adusto en la cara de Alegría con una sonrisa eterna la cual lucía a flor de labios durante los últimos años de su vida política y biológica.
El histórico dirigente político, pragmático como el que más dio pasos certeros en procura de la Unidad que muchos de sus compañeros se empeñaban en socavar, asistió al Acto de presentación de las aspiraciones políticas de Francisco Domínguez Brito y precisamente la noche previa a su repentina partida acudió en primera fila al acto de puesta en circulación de un libro del ex presidente de la República y presidente del PLD en esos momentos, doctor Leonel Fernández.
Amigos y amigas lectores, se que estas revelaciones podrían generar algunos debates, estamos pendientes de las reacciones para aclarar confusiones y también puedo presentar testigos vivientes de estas verdades políticas sobre el final del querido compañero Ramon Maria Rodríguez, Mochy, a quien Dios tiene en la Gloria y que su partido valoró tan poco que se desatendió el pedido de amplios sectores de las bases peledeistas de Santiago, las cuales pidieron que se le honrara dedicándole el último Congreso a su memoria.
“En política se sabe quienes trabajan pero pocos se imaginan los muchos que cobran el trabajo realizado por los otros “.
Descanse en Paz querido amigo y compañero Monchy Rodríguez , 3 años después.
El autor es presidente de comité intermedio .
Juan TATIS