Por Norberto Rubio.
A los procesos se va a dos cosas, a perder o a ganar, nunca a empatar.
Es costumbre de muchos políticos tradicionales el pataleo, algunos lo definen como el derecho que tiene cada individuo o actor político de hacer valer sus derechos, ya sea por el método de la impugnación, el descrédito o el pataleo.
En el caso nuestro, o sea República Dominica, es un denominador común que con mucha frecuencia utilizamos para desmeritar un proceso, por la simple razón de no querer aceptar los resultados que no nos favorecen, hasta en las encuestas pagadas cuando no obtenemos el mejor de los posicionamiento se patalea.
En los últimos días hemos visto personas de nuestro entorno dando patadas por doquier, parecen caballos sin domador, ovejas sin pastor. Volvemos al pataleo, hay individuos que no están preparados para aceptar resultados desfavorables y en política esto se ha convertido en una moda.
Para ser un poco conservador y no mencionarlos a todos, y con esto no quiero que se me vea como discriminador de organizaciones políticas, pero me cuesta decir que los del PLD patalean, los reformistas por igual, los del PRD y los que más patalean son los Modernos, esos sí patalean, pero como dice un sabio amigo, el destino juzgará a cada quien por lo que hace, por lo que dejó de hacer y por lo que pretende hacer.
Ya es una moda que todos hacemos, el pataleo político de algunos políticos dominicanos. Mi querido pataleo.