NUEVA YORK.-Una mujer y su hijo, ambos de Florida, enfrentan cargaos en conexión con dos asesinatos que permanecieron sin resolver durante 25 años en Nueva Jersey, informaron esta jueves las autoridades.
Un jurado del condado de Monmouth acusó a Dolores Morgan, de 66 años, y su hijo de 47 años, Ted Connors, fueron acusados de dos cargos separados de asesinato en primer grado en relación con las muertes de la hija y esposo de Morgan: Ana Mejía y Nicholas Conner respectivamente, según el fiscal del condado de Monmouth, Christopher J. Gramiccioni.
Nicholas Connors no solo era el esposo de Morgan sino también el padre adoptivo de Ted Connors.
El cuerpo de Mejía, de 24 años, fue encontrado muerto y parcialmente desnudo en diciembre de 1994 en el apartamento que compartía con sus hijos pequeños y su novio, según los fiscales.
Las autoridades dijeron previamente que Mejía, a quien también se conocía como Mejía-Jiménez, había sido apuñalada unas 20 veces, y el atacante también le cortó la garganta, le untó cocaína en la cara y le metió un poco de la droga dentro de la nariz. Sus hijos fueron encontrados seguros dentro de la residencia.
Seis meses después, en mayo de 1995, los oficiales de Long Branch encontraron a Nicholas, de 51 años, asesinado en un sofá con múltiples heridas de bala en la cabeza. Los fiscales alegan que fue asesinado por una póliza de seguro de vida que Morgan recolectó después de su muerte.
Los fiscales alegan que Ted Connors llevó a cabo los asesinatos con la ayuda de su mejor amigo, José R. Carrero.
Durante la audiencia de declaración de culpabilidad de Carrero la semana pasada, Carrero admitió que conspiró con Ted Connors y Morgan para matar a Mejía en represalia por lo que creían que eran sus acciones para alertar a los agentes policiales sobre las actividades ilegales de su novio.
Nuestra cadena hermana News 4 no pudo comunicarse de inmediato con el abogado de Ted Connors para obtener comentarios.
No obstante, en un comunicado a News 4, el abogado de Morgan, Jason Seidman, dijo que ella es inocente.
“Mi cliente mantiene su inocencia como lo ha hecho durante más de 25 años. Ella cooperó con las autoridades para tratar de ayudar a capturar al asesino o asesinos que le quitaron a su esposo y su hija. Ha esperado 25 años para que los responsables comparezcan ante la justicia,” dijo Seidman.
“Hay al menos ocho personas que tuvieron un mayor motivo o una mejor oportunidad para cometer estos asesinatos, incluyendo varios traficantes de drogas”, añadió Seidman.