La Peste Porcina Africana es una epizootia endémica en el país a partir de su nueva aparición en el año 2021.
Al no existir una vacuna que pueda inmunizar a la población porcina esta enfermedad se presenta con brotes esporádicos en diferentes regiones del país que pueden ser controlados con matanzas selectivas para tratar de aislar y evitar su propagación.
La disposición de los grandes productores aumentando sus medidas de control, vigilancia, bioseguridad y alerta temprana protegen sus explotaciones del virus.
La sugerencia de que hay que eliminar la población porcina para erradicar la enfermedad como sugiere el Colegio Dominicano de Médicos Veterinarios, COLVET, es contraproducente, pues países con más desarrollo tecnológico y zoosanitario no han podido evitar los estragos de esta enfermedad y han optado por convivir con ella. Como es el caso de China y otros países que han eliminado millones de cerdos para controlar los brotes y no han tratado de eliminar la población porcina. Siguen conviviendo con la enfermedad y esperan que muy pronto se obtenga la vacuna que pueda inmunizar a la población porcina.
Para una mejor comprensión reproduzco este artículo publicado en el año 2021 con la aparición de la Peste Porcina Africana en el país.
La Peste Porcina Africana -PPA-
Es una de la enfermedad más temible y difícil de erradicar que afecta a los porcinos produciendo miles de muertos en pocas semanas y generado grandes pérdidas en la industria cárnica de muchos países desde su aparición en el año 1921.
La particularidad de este mortal virus que afecta a todas las razas porcinas es que las razas criollas y salvajes como el jabalí son portadores de la enfermedad y transmisores efectivos ya que el virus permanece mucho tiempo en la carne después de sacrificado.
Se ha comprobado científicamente que el virus no afecta a los humanos, pero el deterioro y descomposición de la masa muscular, por la hemorragia generalizada que produce, degrada rápidamente la carne y puede ser peligroso su consumo.
A partir del 2007, nuevas variantes de este virus, más contagiosas, han acelerado su propagación en parte de Europa, Asia y África en donde hace mucho tiempo es endémica.
Las dos enfermedades virales que diezman la población porcina en el mundo y son supervisadas y de reporte obligatorio a la Organización Mundial de Sanidad Animal OIE- son la PPC, la Peste Porcina Clásica o Cólera Porcino y la PPA, la Peste Porcina Africana. Son enfermedades de sintomatología parecida casi de igual virulencia y mortalidad y sin ningún tratamiento posible, pero se está utilizando una vacuna contra la PPC que ha sido efectiva en inmunizar a los porcinos en el país y para erradicar dicha enfermedad en algunos países.
La Peste Porcina Africana no es nueva en el país, nos visitó en el año 1978 en el gobierno de Don Antonio Guzmán, cuando un brote que se inició en la Región Este se propago por todo el país en cuestión de semanas ocasionando la eliminación de toda la población porcina de razas importadas, criollas y del cerdo cimarrón o jabalí que al contraer la enfermedad son portadores sanos y hospederos del virus.
La eliminación por tres años de toda la población porcina cuando nuestra industria cárnica era relativamente pequeña para evitar que dicha enfermedad fuera endémica en el país como son los casos de África, Europa y Asia, fue costoso y el gobierno pago y comercializo los cerdos sanos para el consumo nacional; el programa de repoblación porcina en todo el país fue muy exitoso importando razas de alto valor genético.
En Cuba, donde se había presentado en años anteriores la enfermedad, manejaron muy bien la erradicación y repoblación porcina y contribuyeron solidariamente enviándonos expertos con experiencia en la erradicación de dicha enfermedad; mención especial al Dr. William Cantero por su entrega y cooperación.
Hay que ver la realidad actual de nuestra industria porcina, la magnitud, su gran desarrollo técnico y económico, donde el 70% de la producción corresponden a las grandes empresas, que aplican rigurosas normas de bioseguridad, y cómo afectará nuestra seguridad alimentaria para tomar la decisión de eliminación total de la población porcina y una nueva repoblación, en un periodo de 3 años, para garantizar estar libre de la PPA.
La situación se vuelve crítica y penosa para nuestros productores porcinos cuando tenemos factores incontrolables como la situación precaria de la sanidad animal en Haití, generadora del actual brote en el país, donde se reportaban desde hace meses muertes misteriosas de porcinos en diferentes regiones. Y la frontera tan permeable al tráfico de inmigrantes ilegales y el creciente comercio binacional por la vía terrestre no garantizan que se pueda erradicar de manera permanentemente la PPA.
La detención temprana de los brotes de PPA y su control radicar, eliminando miles y hasta millones de cerdos como se ha hecho en China y otros países, ha sido la única forma de convivir con esta epidemia hasta que se logre obtener una vacuna que pueda inmunizar la población porcina. Es casi imposible que el gobierno pueda soportar económicamente la quiebra de este sector.
Lo que falta es un cordón sanitario y normas de bioseguridad estricta en las grandes explotaciones y las regiones libres del -PPA-, y el gobierno apoye económicamente, con muchos recursos, estos programas de bioseguridad y control de los brotes y ayude con el pago de los cerdos sacrificados a los pequeños y medianos productores y a las explotaciones grandes que sean afectada por el control de los brotes.
Por último, tenemos que dotarnos de todos los equipos para diagnóstico del PCR y pruebas de antígenos y la preparación del personal profesional para secuenciar los virus y determinar el tipo de cepa que nos afecta.
Hay que evitar de estar cancelando técnicos y debilitando los programas sanitarios ya que nuestra red sanitaria de alerta temprana deberá recorrer parte de Haití si queremos garantizar una industria porcina con futuro.
Franklin Rosa
1/5/2025