Por: Luis Veras
Julio Agripino Francisco, conocido popularmente como “Pinocho PVC”, se ha consolidado como una figura de referencia dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), destacándose por su cercanía con las bases, su liderazgo genuino y su inquebrantable amor por su pueblo natal: Esperanza.
Su estilo político, centrado en el respeto, la humildad y la acción concreta, le ha ganado una gran aceptación tanto entre las estructuras del PRM como en el pueblo en sentido general. Pinocho PVC no es solo un dirigente, es un servidor que representa las aspiraciones reales de su comunidad y que mantiene viva la conexión entre el partido y la gente.
Empresario exitoso y amante de la filantropía, Julio Agripino ha demostrado que es posible servir con el corazón desde múltiples frentes. Su trayectoria lo distingue como un hombre que ve la política como un instrumento para transformar vidas, no como un fin personal, y eso lo ha convertido en una figura querida, respetada y valorada por todos los sectores de Esperanza.
Su compromiso con el desarrollo local es constante. Escucha a su gente, camina junto a ellos, y gestiona soluciones que impactan directamente en la calidad de vida de los esperanceños. Por ello, el respaldo que recibe no es casualidad: es el resultado de años de trabajo cercano y coherente.
“Pinocho PVC” encarna el liderazgo moderno que impulsa el PRM: cercano a las bases, firme en sus principios, y guiado por una profunda vocación de servicio. En él, Esperanza tiene no solo un representante político, sino un verdadero aliado de su progreso.