La incoherencia redunda en los partidos políticos
El diccionario define el término incoherencia de la siguiente manera:
Falta total de coherencia entre varias ideas, acciones o cosas.
Para que la ciudadanía crea en sus gobernantes es indispensable que sus acciones se orienten hacia objetivos concretos, por tanto se hace indispensable que los políticos sepan coordinar sus ideas y no caigan en la ridiculez de decir una cosa hoy y al pasar varios segundos su posición sea parecida a la de un niño acabado de nacer, ya que este no sabe descifrar sus ideas por su condición y por tanto cae en la incoherencia.
Creo pertinente que para no caer en la incoherencia continental de algunos políticos, en este caso solo me refiero a esa clase o a ese sector “políticos ” cada individuo que decida ejercer la política debe de apoyarse de buenos colaboradores y, especialmente, tener claro él y sus asesores de que haya coherencia entre el discurso y la acción, entre el dicho y el hecho.
En la actualidad tenemos muchos casos de incoherencia, hemos escuchado individuos felicitando a otros que resultaron ganadores de un proceso electoral y, para el colmo de los colmos lo han hecho público, pero al pasar varios minutos son atrapados por el sesgo de lo denominado la incoherencia continental.
Otros dan declaraciones con mucha propiedad, a tal punto que logran confundir a quienes le escuchan y le observan, por el simple hecho de que tienen lo que llamamos el poder o el don de la persuasión, al parecer no entienden o no razonan, lo cierto es que la incoherencia es una actitud imperdonable, pues le ocasiona un gran desprestigio a la política.
Es mejor no hablar, pero dicen en derecho que el que calla otorga y a presentación de pruebas omisión de las partes.
Aceptar los defectos que tenemos nos permite crecer, aceptar las derrotas que se nos aplican por diferentes razones también nos permite crecer, pero es sumamente lamentable cuando nos obnubilamos ante cualquier realidad.