Los gobiernos chavistas han perdonado todos los delitos a la oposición de derecha, incluyendo el de traición a la patria, por los llamados a la intervención extranjera y el apoyo a las sanciones económicas, de los autoproclamados presidentes, y todos han huido por la puerta de atrás, al exilio dorado, a disfrutar el dinero robado al pueblo venezolano.
La manía de la élite oligárquica venezolana de autoproclamar presidentes con el apoyo de los Estados Unidos, la OEA y un grupito de países lacayos, entre ellos la República Dominicana, dos veces intervenidas por el imperio, sigue haciéndole el coro y formando parte de sus componendas. Ha sucedido en los momentos históricos siguientes:
-El golpista Pedro Carmona Estanga se autoproclamó presidente el 11 de abril de 2002
-El congresista golpista Juan Guaidó se autoproclamó presidente el 23 de enero de 2019.
-El candidato presidencial Edmundo González Urrutia se autoproclamó presidente, tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Los autoproclamados presidentes han logrado imponer una guerra económica con más de 900 sanciones, que han destruido la economía venezolana y su producción petrolera, provocando un éxodo masivo de venezolanos y la inestabilidad social, pero nunca han podido lograr que el gobierno declare un estado de sitio, un toque de queda, un estado de excepción, un ambiente de guerra, al contrario, el chavismo ha tomado las calles con el apoyo del pueblo, con alegría, sin violencia, llamando a la paz. Evitando a toda costa la represión brutal que le pueda generar un mártir a la oposición venezolana.
La mano suave del chavismo contra la oposición venezolana, donde la mayoría de los mentores de los autoproclamados presidentes, como Leopoldo López, Julio Borges, Antonio Ledesma, viven en el exilio, y le roban el patrimonio del Estado venezolano, en los Estados Unidos, Colombia y el oro en Inglaterra.
La última de los mentores de los autoproclamados presidentes es María Corina Machado, quien está libre, y se manifiesta en las calles venezolanas sin ser tocada por la justicia.
La oposición de derecha venezolana ha rechazado el diálogo y la cohabitación con el chavismo. Cuando en el 2015 obtuvo la victoria en las elecciones parlamentarias, en la cual participó denunciando fraude, pero al ganar, no exigió que contaran los votos, ni dudó del sistema de votación electrónico que utilizó el Consejo Nacional Electoral –CNE-. La presidencia de la Asamblea Nacional la usaron para darle ultimátum al gobierno, conspirar y poner fecha al derrocamiento de Nicolás Maduro
La oposición eligió el camino de confrontar al chavismo:
-Golpe de Estado.
-Abstención electoral.
-Autoproclamación de presidentes.
-Apoyo a la guerra económica con más de 900 sanciones.
-Llamado a la intervención extranjera.
Atentados e invasión con mercenarios.
La oligarquía latinoamericana, en particular la venezolana, no saben hacer oposición cuando pierden el poder y por lo tanto cada día están más imposibilitadas de retomarlo, no saben hacer política en el seno del pueblo, todavía practican sus viejos métodos clientelistas, corrupción y compra de dirigentes sindicales. Cifran sus esperanzas en el golpe de Estado y la intervención extranjera.
Franklin Rosa