Luís Céspedes Peña
Esa es la típica pregunta que se hacen muchos ciudadanos, en virtud de que no escuchan a su Presidente dirigirse al país, en un momento de crisis coyuntural, pero que puede convertirse en un fenómeno perturbador para la paz.
Es así como algunos movimientos de protestas en contra del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con el patrocinio de sectores poderosísimos nacionales e internacionales, luchan por su caída.
Y entre ellos están los mismos sectores que pagan campañas a favor de la inestabilidad de algunos gobiernos o del aborto. Y también pagan a muchos asalariados en el mundo para ser usados en sus planes.
Los gestores del derribo de gobiernos siempre usan a ambiciosos personajes, pero éstos luego terminan desacreditados. Es el caso del presidente golpista de Brasil, Michel Temer, quien podría ser encarcelado por supuesta corrupción cuando salga del poder. Y no hay ninguna duda de que en nuestro país se ensaya la posibilidad de reeditar los problemas de Venezuela, aunque podemos advertirles que desde ya fracasaron.
¡Son los mismos poderosos! Ahora la empresa más creíble del mundo, para esos sectores, es la constructora de Brasil, conocida como Odebrecht, responsable de mantener en prisión a un grupo de dirigentes políticos (oficialistas y opositores, así como a empresarios), bajo la presunción de que fueron sobornados.
Es la misma empresa que construye obras multimillonarias en Estados Unidos. Allí, la Odebrecht ni se menciona! Nadie la acusa de sobre-evaluación de obras y menos de sobornos! ¿Pero por qué hay que confiar tanto en las informaciones de esa empresa, la cual se mantiene operando en los países que se generaron los escándalos de corrupción? Sus informaciones pueden ser correctas y también manipuladas.
Si se nos preguntara si respaldamos que se sometan a la Justicia a quienes desfalcan al Estado, diríamos que estamos de acuerdo. Nadie debe enriquecerse con los recursos del pueblo.
Pero tampoco debemos apoyar a grupos que, usando sus poderosos recursos, quieran eliminar la democracia para imponer sus ideas. Observando ese panorama, la nación espera que su Presidente le hable. No sólo debe tomar la iniciativa el Comité Político del PLD. ¡No es lo mismo!
Si detrás de los movimientos contra la democracia de diferentes partes de América Latina no están esos grupos poderosos, ¿por qué están financiando los altos costos para el desarrollo de protestas en varias naciones?
Debería ser algo normal que se aprese a funcionarios, políticos y empresarios, si ciertamente fueron sobornados, pero ocurre que eso es lo de menos para esos sectores.
En el caso de República Dominicana, el plan es el de quitarle el gobierno al PLD. Lo único grave de eso es que esa organización no está trabajando por la unidad. “Probablemente sea tarde cuando intente hacerlo”. ¡Ya está pagando un alto costo político!
Y también hay sectores que se están beneficiando de los recursos que están aportando organismos internacionales, interesados en evitar que el PLD siga en el poder. Si el cambio de mando se origina porque la mayoría lo determine en las urnas, hay que respetarlo y apoyar a las nuevas autoridades. ¡Eso es diferente a lo que se busca!
El objetivo principal de esos sectores es el de crear problemas con la finalidad de ir construyendo una fuerza política que obedezca exclusivamente a sus intereses, como existe en Venezuela. Hipólito Mejía, Danilo Medina y Leonel Fernández no son sus preferidos, porque éstos piensan en el interés nacional.
Es importante determinar si hubo soborno, si el dinero fue para bienestar de los supuestos sobornados o si fue para financiar campañas políticas. Las donaciones a campañas electorales de parte de empresarios de República Dominicana, Estados Unidos y de casi todas las naciones son normales.
Sé que algunos de nuestros lectores recuerdan que les dijimos, cuando estaba en su apogeo el llamado Movimiento Amarillo por el 4% para la educación, que luego de éste vendrían otros, porque es una característica política.
Hoy también les decimos que cuando pase la “tormenta Odebrecht”, surgirán otros movimientos hasta las mismas elecciones, aunque por mucho escándalo que hagan, no lograrán que la democracia muera. Algunos personajes, como es el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Andrés Bautista, que comenzó apoyando al Movimiento Verde, está en prisión acusado de soborno.
Y, concluyendo con los supuestos sobornados, si son culpables tendrán que pagar por sus hechos, pero deben ser juzgados por tribunales, sin la presión de ningún organismo extranjero, como está sucediendo en los actuales momentos, aunque la campaña montada tiene todo en contra de los acusados, porque si son libertados, se alegará que fue por la influencia política, no por su inocencia o, de lo contrario, seguirán en prisión, sólo con la esperanza de una libertad condicional.
¡Pero históricamente están terminados, porque las mismas autoridades judiciales, siguiendo instrucciones ajenas a esos menesteres, ya condenaron públicamente a los acusados! No podemos apoyar una Justicia que actúe de acuerdo al deseo de grupos nacionales o extranjeros. “La patria no debe ser traicionada respondiendo a intereses mezquinos”.
El procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, debe actuar basado en la Ley, no a las recomendaciones de ningún interesado extranjero. “Si alguien usó recursos del Estado, sabe que pagará por eso. Pero no deben inventarse expedientes en contra de los acusados. ¡Sólo debe reinar el interés nacional!
Gracias por leernos.