Una bebé nacida el 26 de octubre de este año superó la marca que había impuesto su hermana en el 2017. Llegó al mundo 27 años después de permanecer congelada como embrión, reportan medios estadounidenses.
Entre Molly Everette Gibson y su madre, Tina, de 29 años, solo hay una diferencia de solo 18 meses de haber sido concebidas.
Tina nació en abril de 1991 y el embrión, del que se formó luego Molly fue congelado en octubre de 1992, publica el diario New York Post.
“Es difícil entenderlo”, le dijo Tina a The Post desde su casa en Knoxville, Tennessee. “Pero, en lo que a nosotros respecta, Molly es nuestro pequeño milagro”.
Según investigadores de la Biblioteca Médica de la Universidad de Tennessee en Preston, la niña ingresa a los libros de historia como el embrión congelado más largo que se sabe que resultó en un nacimiento vivo.
Su hermana, Emma Wren, pasó 24 años en el hielo antes de su parto en noviembre de 2017 y también adoptada por Tina y su esposo, Benjamin, de 36 años.
Según The Post, los embriones se congelaron juntos y son hermanos genéticos completos.
Fueron descongelados con casi tres años de diferencia en el Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC) antes de sus respectivas transferencias al útero de Tina.
Dado que fueron donados de forma anónima, sus padres biológicos siguen siendo desconocidos.
Tina y Benjamin recurrieron por primera vez al NEDC después de intentar naturalmente tener su propio hijo en el transcurso de cinco años. Benjamin tiene fibrosis quística, que puede causar infertilidad.
DIARIO LIBRE.