EL Mirador
Por Luís Céspedes Peña
La contundente victoria obtenida por el hoy reelecto Presidente Danilo Medina, en las elecciones del 2016, lograda con un 61 por ciento de los votos válidos, no parece ser un motivo para analizar el futuro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de parte de algunos dirigentes, sino para criticar la intervención del ministro Ramón Ventura Camejo, acción que produjo la modificación constitucional y el mantenimiento en el poder de los morados.
Lo correcto sería no perder tiempo analizando el tema de la reelección presidencial pasada, sino sus resultados positivos para la mayoría de los dirigentes del peledeísmo, incluyendo a los seguidores del ex Presidente de la República y líder de esa entidad, doctor Leonel Fernández.
La figura de Ventura Camejo significa la continuidad en el poder del PLD. Es criticable que algunos seguidores del ex Presidente Fernández, especialmente de Santiago, se pasen el tiempo haciendo reuniones para criticar lo ocurrido, pero olvidan que ellos son beneficiarios de esa estrategia política.
Pero a demás de los beneficios de los peldesístas, porque están en el Estado, nadie discute el gran desarrollo logrado por la gestión del Presidente Danilo Medina. Todo parece indicar que el ministro entendió que el doctor Leonel Fernández, con las sofocantes críticas de parte de la oposición, pudo ser una presa fácil para sus críticos en los comicios pasados. El propio Fernández no hizo fuerza para buscar su candidatura presidencial en el 2016.
¿Y por qué son beneficiarios? Porque la mayoría de los dirigentes del PLD, seguidores de Leonel, Medina, Francisco Domínguez Brito, Jaime David Fernández Mirabal, Francisco Javier García, Reinaldo Pared Pérez y otros, son funcionarios de ese gobierno surgido de la reelección del actual jefe de Estado.
Y, como peledeístas, ellos tienen toda la razón de formar parte del gobierno, pero no haciéndole creer al pueblo que los seguidores del ex Presidente Fernández están fuera de la administración pública. Es probable que haya algunos fuera, que no es el caso de la estrategia en Santiago. ¡No son ministros, pero son funcionarios!
El Presidente Medina no está dirigiendo el poder porque él o sus seguidores así lo quisieron. ¡Está porque el pueblo lo respaldó con el 61 % de los votos! No hay otra explicación valedera. Lo criticable es que algunos de los principales dirigentes de Leonel continúen sus ataques, no público, pero sí a nivel de reuniones, en contra del miembro del Comité Político.
El grave problema que tiene el PLD es que la mayoría de los que fueron ministros, directores generales y de otras posiciones en el gobierno del Presidente Fernández, no pueden ir a la base porque se olvidaron de ella cuando estaban en las alturas del poder. ¡Pero Fernández no les instruyó para que se alejaran de la base morada!
Incluso, hay dirigentes de los de Danilo Medina que también tienen ese mismo problema. Y es-parece ser-lo que estaría motivando a que grupos dentro del gobierno comiencen a promover otra reelección presidencial, aunque el Presidente no habla de ese tema.
Las primarias abiertas, sean para fines reeleccionistas o no, son importantes para el crecimiento de los partidos políticos, debido a que motivan a sectores que no participan directamente del partidarismo político, a que abracen la política a través de ese método.
Pero si lo importante que es que el PLD retenga el poder, ¿por qué pasarse el tiempo criticando a quien hizo posible que esa organización hoy esté en el poder, como es el caso de Ventura Camejo?
Las elecciones venideras tendrán un alto componente, de parte de la sociedad civil, de reclamo de honestidad en el manejo de los recursos del Estado. Pero si el país tiene cuadro honestos en el manejo del dinero del pueblo, uno por cada región, ahí está el ministro Ventura Camejo.
Y si se habla de un funcionario que es capaz de trabajar sábado o domingo para fortalecer la estructura de la administración pública, ahí está Ventura Camejo en el primer lugar.
Se trata de una de las figuras del Comité Político del PLD que mejor aplica los principios de honestidad, dejados por el profesor Juan Bosch. El problema de algunos de los críticos del ministro, no debería ser si la reelección vuelve a pesar o no, sino quién de los aspirantes a la Presidencia de la República es el que más garantiza la victoria.
¡Por ahí es que debería andar la discusión! No entendemos por qué el PLD no comienza a movilizar sus estructuras políticas. No debería ignorarse que Ventura Camejo es un hombre respetado en los sectores empresariales, comerciales, la sociedad civil, académicos, profesionales y la base de su partido, de la cual nunca se despega. No entendemos ¿por qué se quiere destruir lo bueno?
Parecería que en esa organización política en el poder, hay sectores que prefieren a la oposición controlando al Estado y no a sus compañeros de otra tendencia. No debe perderse el tiempo en las pequeñas cosas, cuando el PLD tiene enormes retos que vencer para las elecciones. ¡Unas elecciones que serán muy diferentes a las demás!