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(VIDEO) Justicia Implacable (2021)

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 Pistola en mano y con un desfile de balas Guy Ritchie se ha forjado su camino. No estamos hablando de un capo, las pistolas y las balas sólo viven hasta que los títulos finales ruedan, luego de ahí Ritchie seguro no es capaz de matar ni una mosca.

El hombre de Snatch (2000) ha establecido una firma muy distintiva en el cine y la pólvora es un ingrediente que nunca falta. Su más reciente Justicia Implacable (2021) no es la excepción y balas tenemos. El británico ha logrado crear una especie de marca registrada con su estilo, su diseño y concepción en el plano argumental y visual le han valido muchos honores y hasta ha sido copiado por otros colegas.

No sólo componiendo con el lente se ha ganado su estatus sino también con su pluma, pues siempre ha estado involucrado en sus guiones.

Es en el guión donde precisamente radica la mayor debilidad de esta Justicia Implacable. Junto a cuatro guionistas Ritchie trabajó para crear esta historia. A primera vista nos parece una suerte de homenaje al cine de acción de los 80 y 90. La estructura dramática, la forma como se introducen los personajes y el estilo para presentar a la figura protagónica son anacrónicos.

La propuesta resulta poco efectiva porque la forma como se desarrolla la historia y la propuesta que presenta el director utilizan unos códigos de comunicación ya desfasados. Si no es por la fecha de estreno bien podríamos pensar que estamos viendo una película de los 80.

Un espíritu oscuro

H (Jason Statham) aparece solicitando trabajo en una compañía de transporte de valores. Sus credenciales lo hacen apto para el puesto y luego de unas cuantas pruebas el puesto es suyo. Nuestro protagonista se convierte en la más reciente adición de un cuerpo “élite” en el mercado del transporte de cargas preciadas.

No pasará mucho tiempo hasta que H encuentre su primera situación de peligro y con su destreza salga convertido en toda una leyenda, salvando la carga y a sus compañeros. En este el punto la historia comienza a revelar detalles que apuntan a los verdaderos motivos detrás del personaje de H y que hacen que la trama se torne más espesa.

Cuando el filme comienza a dar sus giros argumentales y a buscar profundidad es cuando todo se viene abajo. Aquí las líneas del tiempo comienzan a distorsionarse y nos sumergimos en el universo de Ritchie que nos balancea entre el pasado y el presente para embelesarnos y crear cierta tensión en su narración.

Típico del director, estos juegos con el tiempo han probado ser efectivos antes. No es que aquí no funcionen, pero lo único que hacen es agrandar el espectáculo visual y no aportan valor en sí mismos a la historia.

Para Statham este resulta otro rol de rutina, poner la cara dura y encargarse de patear traseros a diestra y siniestra. Resuelve muy bien lo que se le propone pues es un lugar en el que ya ha estado mil veces. Ritchie no muestra nada que no hayamos visto antes y hasta las secuencias de acción se sienten pesadas y sin encanto en su puesta en escena.

Como material de entretenimiento el filme encuentra algunos momentos para ser efectivo, pero la suma de todas sus partes no le es favorable. El elemento de la venganza está aquí muy trasnochado y la figura del antagonista no tiene fuerza alguna.

Justicia Implacable es otro bache en la carrera de Guy Ritchie que ya nos tiene acostumbrados a un efecto de montaña rusa.

EL NUEVO DIARIO.

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