“Te digo adiós y acaso te quiero todavía”. P. Neruda
“Nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde”.
Sabiduría popular, sin dudas.
Tú no supiste lo que tuviste en 20 años
Yo tampoco.
O tal vez sí.
Tal vez lo supimos,
Solo que no quisimos saberlo,
Por orgullo, por vanidad,
Por la sinrazón convertida en razón.
Ahora, que nos hemos perdido el uno al otro,
Tal vez ahora sepamos lo que hemos perdido,
Tal vez ahora valoremos lo que tuvimos y no supimos conservar.
Lo hermoso que fue nuestro.
Tal vez ahora sabes tú lo que perdiste al perderme,
Tal vez ahora yo sé lo que tuve al perderte.
Me quisiste a tu manera.
Te quise a mi manera.
Nos quisimos de distintas maneras.
A pesar de todo pudimos unir tú amor y el mío.
A tu modo.
A mi modo.
Fue un amor único y verdadero,
Sincero y solidario,
Leal y pasional.
Extraño en la forma y en el fondo.
Singular.
Confuso.
Introvertido.
Extrovertido.
Explosivo,
Pacifico.
Odio y paz coexistiendo.
Guerra fría calentando tu cuerpo y el mío
En la soledad del desierto desnudo de nuestra habitación.
No supiste valorar ese amor desconcertante.
Yo tampoco.
Nos perdimos en lo oscuridad de un tiempo soleado.
La culpa, si alguien la tuvo, es de los dos.
Hoy sabemos amargamente,
Que “nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde”.
Hoy que los caminos se bifurcan.
Hoy que las estrellas dejaron de brillar para nosotros,
Hoy, que la luna se ocultó detrás del sol
Para que no veamos su luz enamorada.
Nos perdimos en lo claro.
La soledad que no se comparte con nadie, lo sabe tristemente.
La nostalgia que se ahora a sí misma,
Que añora besos y abrazos, lo confirma.
Nadie –amor- sabe lo que tiene hasta que no lo pierde.
Juan T H