Ella se quiere casar.
Yo no.
Insiste.
Yo también.
Ella dice que me ama.
Yo le digo que la amo.
Pero se quiere casar.
Yo no.
Insiste.
Yo también.
Ella sí.
Yo no.
El amor es un sentimiento humano, verdadero, sin precio.
El matrimonio un contrato mercantil cargado de mentiras.
El amor es libertad, independencia, albedrio,
es volar con alas propias,
es respirar aire puro para llenar de esperanza los pulmones,
es descubrir cada mañana,
es inventar la puesta del sol,
es ver el crepúsculo con cuatro ojos,
tocarlo con 20 dedos y cuatro manos,
es contar una a una todas las estrellas del firmamento.
El matrimonio es propiedad privada, cadena, atadura,
esclavitud, brazos amarrados, pierdas con grilletes,
ojos cerrados al mar, sonrisa fingida, besos mutilados, caricias restringidas, mentiras, hipocresía, falsedad.
El matrimonio caduca con el tiempo y el desamor,
El amor no termina ni con la muerte.
El amor no es un invento,
El matrimonio sí.
El amor no es una institución.
El matrimonio sí.
Ella quiere boda.
Yo no.
Ella insiste.
Yo también.
¡Qué pena!
Juan T H
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