Por: Juan Dionicio Rodríguez Restituyo
Secretario General del Partido Frente Amplio
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El fortalecimiento y la calidad de la democracia, consagrada en nuestra Constitución como uno de los deberes fundamentales, descansa en una ciudadanía responsables, que elige funcionarios públicos para que respeten el patrimonio del pueblo y realicen un ejercicio transparente de la función pública, creo que esta eran la conclusión del Constituye del 2015 cuando elaboraron el artículo 75.12 de nuestro pacto fundamental.
Los derechos consagrado a los ciudadanos/as, en el artículo 22 de nuestra Constitución, están muy lejos de cumplirse, esos derechos como denunciar las faltas cometidas por los funcionarios públicos en el desempeño de sus funciones, formular peticiones a los poderes públicos, así como ejercer iniciativas populares tanto legislativas como municipal, el derecho fundamental de elegir y ser elegibles, dicta mucho de una ciudadanía, responsables, vigilantes y defensoras de sus propios derechos.
En nuestro país, el mayor reclamo de la ciudadanía, se le hace al poder ejecutivo, es decir al Presidente de la Republica, eso puede tener varias razones, desde mi lectura, quizá por el poder que concentra de rey, la tradición caudillista en País, y el fantasma de pedro Santana que oprime el cerebro de los que nos gobiernan; quizá también porque en esta elección, es donde mayores electores participan, existen mayor representatividad en los últimos 20 años, porque al tenor del artículo 209 de la carta magna se elige con mayoría absoluta, lo que no pasa con ningún otra autoridad o representantes en país.
Es decir que conforme la Constitución y la ley 15-19 el Presidente de la Republica y la Vicepresidenta son los únicos electos que ganan con algún nivel de legitimidad, entiendo esta como la voluntad de la mayoría, así queda establecido en artículo 265.1 de la precitada ley 15-19 donde establece que el sistema de mayoría absoluta solo es aplicable a las elecciones de Presidente y Vicepresidente.
El actual Presidente obtuvo el¨ 61.74% ¨de los votos válidos emitidos en las elecciones del mayo del 2016 y el 42% de todos lo que estaban en padrón de electores en ese proceso electoral, así como el 29% de todas las personas que vivimos en país, según el censo del 2010; estos datos pueden ser contradictorios pero eso son los que significa los 2,847,438 votos válidos obtenidos por el actual gobierno.
Para el caso de los senadores, Alcalde Vicealcaldesa, Directores y Subdirectoras el sistema es de mayoría simple, como lo consagra el numeral 2 del artículo 265, que las candidaturas electas son la que obtenga mayor cantidad de votos válidos. Cuando uno observa los resultados una gran cantidad de Senadores, Alcaldes y Directores, que fueron electos en las elecciones de mayo del 2016, su legitimidad es sumamente cuestionables, no solo la de los electores sino la todas las personas que en su demarcación representan.
Quince (15) Senadores fueron electos con menos del 40% de los votos válidos emitidos en la elecciones de mayo del 2016 y Seis (6) de ellos electos con el 35% o menos de los electores de sus respectivas provincias, incluyendo el del Distrito Nacional (34%), Provincia Duarte (33%); Elías Piña (34%) La Romana (32%); San Pedro de Macorís (32%) y Valverde (35%) y tan solo dos (2) senadores fueron escogidos con más del 50% de los votos válidos emitidos en las precitadas elecciones del 2016, ambos de la Región Sur, el de la Provincia Independencia (57%) y de la Provincia de San Juan (51%).
Pero cuando tu observa la representatividad de estos senadores/as, de la población para la cual deben legislar y tomando el censo del 2010, nos encontramos que diez (10) Senadores/as tan solo representan el 25% o menos de su población total en sus provincias, algunos con un pírrica representación de un 21% como son los caso de las Romana y Elías Pina, (22%) San Pedro de Macorís y las provincias de la Altagracia y Valverde (23%) el Distrito Nacional y la Provincia Santo (24%) entre otros.
La legitimidad y representatividad de actores esenciales en el desarrollo del país, esta cuestionada, quizá debemos igualar que todas esta candidaturas uninominales deberían ser electas con el sistema de mayoría absoluta, para garantizar que este nivel elección fundamental porque representa el principal poder del Estado este legitimante constituido.