Por: Yenifer Gil M.A.
Los cambios son inevitables pues desde nuestra concepción estamos sometidos a una diversidad de procesos, de igual forma el mundo se mantiene en movimiento constante; sin embargo, a veces pensamos que todo a nuestro alrededor está estático porque nosotros así estamos sin movernos hacia ninguna dirección.
En ocasiones los cambios llegan de forma repentina y de forma obligatoria debemos asumirlos sin que tengamos tiempo para asimilarlos, como lo que estamos viviendo actualmente producto de la pandemia COVID-19, hemos sido compelidos hacer transformaciones drásticas vertiginosamente en todas las áreas del ser y el hacer. En otras ocasiones podemos anteponernos a dichos cambios y empezar hacer ajustes de manera paulatina, de modo que ya podamos tener un avance y mitigar el impacto que puedan generar a nuestras vidas, para de esa forma lograr adaptarnos de forma más rápida y satisfactoria.
A pesar de lo común que es el cambio; no todos lo logran, ni siquiera lo intentan y el miedo a lo desconocido es una de las principales razones por las que normalmente no nos atrevemos a movernos ya que salir de la zona de confort implica riesgos, incluye tener que dejar lo conocido para aventurarse en nuevos caminos; exige voluntad, sacrificios, determinación entre muchas otras cualidades.
En los últimos meses además de los ajustes resultados de la pandemia he tenido que hacer algunos cambios en mi vida algunos por gusto y otros por obligación, pero todos necesarios acordes a mis aspiraciones personales. Reconozco que no ha sido fácil, que he experimentado muchos sentimientos y emociones; sin embargo, te compartiré lo que me ha ayudado.
1. Preparar mi mente. Si sabes que se avecina un cambio, lo primero que debes preparar es tu mente, ella jugará un papel preponderante en el éxito que puedas tener ante tus nuevas circunstancias. Ya sabía que algunos cambios se avecinaban; por lo que mentalmente ya me estaba preparando para lo que podía suceder, estando consciente de que todos los inicios son difíciles, pero también teniendo claro del porqué debía realizar esos ajustes en mi vida.
2. ¡Cuidado con tu actitud! Al igual que la mente, es vital para asumir los cambios y retos de manera próspera. Una actitud positiva ante lo nuevo, evitando quejarnos y aceptando lo que no podemos cambiar hará que nuestro proceso de adaptación sea más rápido y manejable, por experiencia propia te puedo decir que ha sido fundamental para adaptarme a lo desconocido. Recordar que me condujo hasta donde estoy hoy, me empuja a continuar más allá obviando lo que me disgusta. Algunas frases que me recuerdo cada día han sido vitamina para cada proceso iniciado.
3. Trabaja tus rutinas y tus hábitos. Si sabes por ejemplo que iniciaras un nuevo trabajo cuyo horario es distinto al que tenías habitualmente, una buena práctica sería empezar a levantarte más temprano días antes; de modo que tu cuerpo se vaya acostumbrando y que te sea más fácil adaptarte. Si lo haces llevarás un paso hacia adelante, créeme. Es una práctica que he venido realizando y que me ha dado excelentes resultados
Espero que estas simples recomendaciones puedan ayudarte a anticiparte a los cambios y a enfrentarlos de la mejor manera; pero sobre todo a que sepas que el tener miedo es de humanos, que Todos lo sentimos pero que esa no es una razón para No Moverte y quedarte paralizado sin hacer lo que deseas. Te invito a que antes que el cambio te sorprenda a ti, tú lo sorprendas a él. ¡Adelante, recuerda, Tú puedes! Eres capaz, fuerte y valioso/a.
Excelentes Recomendaciones adoptadas a este tiempo.