(Reuters)

EL INFORMANTE

Renán Calheiros, jefe del partido del presidente Michel Temer en el Senado, dijo hoy que el mandatario debe “comprender su papel en la historia” y “facilitar una salida” a la crisis generada por las serias acusaciones de corrupción en su contra.

“No diría que estoy a favor de una renuncia”, pero es “necesario hallar una salida” a la crisis y “la que más interesaría hoy sería una elección en el Congreso” para designar un “nuevo presidente” lo “más rápidamente posible”, dijo Calheiros, dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el propio Temer.

Renan Calheiros (Getty Images)

Renan Calheiros (Getty Images)

Para ello, Calheiros apuntó en declaraciones a la radio Gaúcha que sería “fundamental que el presidente comprenda su papel en la historia, converse y se disponga a facilitar el proceso de la forma más viable”.

Según Calheiros, la crisis en que se ha sumergido el país “es muy seria y evoluciona rápidamente”, por lo que es necesario “construir una salida rápida para poder alcanzar los objetivos permanentes de Brasil”.

El senador sostuvo que “no hay cómo administrar este escenario”, pues “las cosas están muy difíciles y más tarde o más temprano se llegará a un final”, en alusión a una posible caída del presidente Temer por las acusaciones que pesan en su contra y son investigadas por la Corte Suprema.

Calheiros agregó que, hasta donde tiene información, Temer no se ha planteado una renuncia y “no hay conversaciones sobre eso”, pero dijo creer que “puede ocurrir en cualquier momento”.

Las sospechas contra Temer surgieron de un acuerdo de cooperación judicial pactado por la empresa JBS, cuyos propietarios confesaron que han sobornado al actual gobernante a cambio de “favores políticos” desde 2010 y entregaron un explosivo y comprometedor audio.

La grabación fue hecha por Joesley Batista, uno de los socios de JBS, quien en una conversación con Temer relata diversas maniobras ilegales que hace a favor de su empresa, ante el silencio y lo que, por momentos, parece sugerir hasta la anuencia del gobernante.

Temer ha descalificado todas las acusaciones y ha dicho, en dos mensajes dirigidos al país desde el pasado jueves, que no renunciará al cargo que ocupa desde mayo de 2016, cuando comenzó el proceso que acabó con la destitución de la ex mandataria Dilma Rousseff.

En caso de una renuncia de Temer, la Constitución prevé que, por haberse completado ya la mitad del mandato de cuatro años que empezó Rousseff, el Parlamento debería ser convocado para elegir de forma indirecta a quien gobernaría el país hasta el 1 de enero de 2019, cuando vence el actual período.