Por Norberto Rubio.
Lo primero que debe tener es un buen sentido del humor, mostrarse siempre complaciente, respetuoso y más aún llevarse muy bien con quienes pretende dirigir.
No puede ser grosero, mucho menos terco, recuerde va a dirigir y por lo tanto quien asume esta condición de líder, debe ser una persona razonable.
Podemos decir que un presidente provincial es un individuo que pertenece a un grupo de personas que habitan en un partido político, donde este ejerce una mayor influencia en los demás, se le considera como un líder u orientador, éste presenta la habilidad de convencer a otros de que trabajen con entusiasmo para lograr los objetivos definidos, en política esta condición sinequanon se está dando muy a media.
Una persona que aspire a ser presidente provincial de x partido debe de tener conocimientos de causa, no puede mostrarse al margen de ningún acontecimiento y mucho menos en política.
Debe tener un pensamiento estratégico: Los buenos gerentes son capaces de tener una visión de hacia donde quieren llevar su partido, y para esto se hace imprescindible aplicar métodos de percepción más que de reacción.
Una vez que ha definido dónde llevar su batallón, deben ser capaz de convencer a su equipo de que ese es el lugar, de ahí involucrarlos a trabajar en esa dirección, esto es liderazgo.
Algo sumamemte indispensable para aquellos que pretenden ejercer esta posición es la actitud, los gerentes exitosos tienen una actitud positiva hacia el triunfo, aunque el barco se esté hundiendo le hace entender a su equipo que vamos a vencer.
Al final, todos los conocimientos, actitudes y habilidades tienen un fin: obtener resultados.
Ante todas estas ideas mi consejo es muy simple para los principales actores políticos.
Sean meticulosos al momento de elegir su presidente provincial.