Reynaldo Peguero, director Plan Estratégico Santiago 2030
Monseñor Agripino Núñez Collado en el primer tomo de sus memorias, leídas y subrayadas por nosotros, “Ahora que puedo contarlo…” presenta los pasos que puso en operación, junto a otros actores clave, para implantar exitosamente diversas iniciativas. Sus memorias puestas recientemente en circulación en Santiago y Santo Domingo, son casi un tratado en gestión de proyectos. Expresan el mejor sentido de cohesión y solidaridad ciudadana que caracterizan a Santiago y el Cibao desde hace más de 100 años.
Debemos aceptar que desde la década de los años 70 del pasado siglo XX, Núñez Collado de forma original, colocó en escena muchas de las gestiones apuntadas por el Sistema de Implantación de Proyectos Estratégicos de Santiago (Siproes) del Consejo para el Desarrollo (CDES). Este sistema fue premiado con el primer lugar por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), en Barcelona, España. Si lo pensamos bien el CDES, comparte con el pasado rector de PUCMM, este reconocimiento europeo, pues esa es la forma de hacer lo que hay que hacer, para avanzar.
Como pasado funcionario de proyectos de PUCMM, había escuchado directamente de labios de Monseñor, varias de sus creativas travesías de gestión nacional e internacional de proyectos. De forma intuitiva y perspicaz, el ex-rector de la más avanzada alta casa de estudios de República Dominicana, describe en su obra cómo logró conseguir proyectos que hicieron que la historia urbana de Santiago, hable de antes y después de la creación de la PUCMM.
Como dijimos en el año 2007, el Consejo para el Desarrollo de Santiago (CDES), concursó, presentó y ganó en Barcelona, España, el primer lugar del Concurso “Pensar en lo Estratégico Urbano”. El sistema fue posteriormente editado como manual, con el auspicio de la Corporación Zona Franca (CZFS). Esta metodología establece pasos que las diversas ciudades y territorios iberoamericanos deben ejecutar para implantar efectivamente sus proyectos. Desde las acciones demostrativas de impacto inmediato y victorias rápidas, hasta los proyectos de inflexión y no retorno al desorden que se pretende superar.
Tal y como está concebido, escrito y aprobado en el Sistema de Implantación de Proyectos Estratégicos de Santiago (Siproes), el primer paso luego de presentar un plan local o regional de desarrollo, es hacer concurrir los actores del gobierno nacional y las agencias internacionales de cooperación, con los planes territoriales concertados. No es sólo conseguir financiamiento para comprar block, varilla y cemento, sino que los actores que consensuaron las agendas de desarrollo, sigan juntos en el transcurso de la implantación de los proyectos, institucionalicen y sean vigilantes del ¿cómo vamos?
Justo es destacar que Andrés Diloné Ovalles, gobernador de la provincia Espaillat y Gabriel Guzmán, director del plan estratégico de ese territorio, plantearon recientemente una verdad medio a medio. En la reciente asamblea de la junta directiva del Plan de Desarrollo de Espaillat (PEDEPE) expresaron “Santiago y nuestra provincia, tienen planes estratégicos de desarrollo locales pero también comparten al menos cinco (5) proyectos regionales”. Similares afirmaciones he escuchado en Cotuí, Bonao y la Vega. Hay condiciones para que entre todos, sigamos los pasos del sistema de implantación de proyectos.
Esta afirmación será puesta en práctica cuando el Canciller de la República, Miguel Vargas Maldonado, Ministro de Relaciones Exteriores, concrete un convenio de gestión y cooperación con las asociaciones empresariales y de desarrollo, agrupadas en Compromiso Santiago, en el contexto institucional del Plan Santiago 2030 y la Agenda Regional de las 14 provincias del Cibao.
Es un hecho comprobado que el primer paso efectivo y eficaz del sistema, es articular, hacer concurrir y congregar actores entorno a proyectos que se consideren prioritarios. Si así se hace se puede lograr una buena formulación y diseño del conjunto de iniciativas de un plan o agenda. Se impone entonces, crear en la región del Cibao y Santiago como lo vamos hacer como CDES y Compromiso Santiago, verdaderos grupos de impulso, equipos timón o “Task force” para los diversos proyectos.
Es decir cada año del período 2020-2030, debemos crear grupos de impulso para completar al menos 50 colectivos de empresarios, ciudadanos y funcionarios impulsando en conjunto. Grupos que llevarán un diseño especial de comunicación activa por las redes sociales. Equipos mixtos que estén informados, gesten y apoyen los diversos proyectos. En Santiago y la Región del Cibao vamos a crear estos colectivos o congregaciones para acompañar las diversas iniciativas.
Si miramos la segunda mitad del siglo XX y valoramos las gestiones de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y Asociación para el Desarrollo Inc. (APEDI), podemos encontrar que para cada uno de los proyectos que posteriormente se transformaron en concreciones, se pueden listar el conjunto de exitosos y pequeños grupos de impulso que se articularon. Aunque la historia de esos proyectos no está contada, ni escrita, los estudios que hemos realizado nos dan mucha luz.
Este sistema de implantación de proyectos es clave para Santiago 2030 y la Agenda Regional. La continuidad, complementariedad, articulación y sostenibilidad son vitales, y se demostraron en el logro de diversos proyectos de la pasada agenda tales como Parque Central, Aeropuerto, Circunvalación Norte, HOMS y Puerto de Manzanillo. La continuidad asegura tiempos, nexos y dinámicas, previene saltos, disoluciones o rupturas. La complementariedad armoniza la operación de los proyectos para que se valoren como parte de un todo, y que cada uno genere productos beneficiosos para el otro.
Por su parte, la articulación es la característica que se refiere a la gobernabilidad de los proyectos, a la unidad de los actores estratégicos, la institucionalidad y la cohesión. Finalmente, la sostenibilidad se refiere a la capacidad y fortaleza para que los proyectos y propuestas, sus dinámicas, actividades y mecanismos se mantengan a lo largo del tiempo. ¡Estamos en eso!