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¿Quién no ha vivido la experiencia de un mal amor? Las consultas están llenas de mujeres inteligentes, emprendedoras, exitosas a nivel profesional, y pareciera que además de todos estos atributos comparten uno más, probablemente el que las motiva a ir a terapia: el desamor, el enganche con una pareja tóxica.
No son mujeres buenas, son excepcionales, pero han caído en la trampa de aferrarse a una relación que las hace infelices o sencillamente no tiene futuro. Se convierte en una especie de adicción, como si la necesidad de estar con ese hombre la consumiera y no le dejara otra salida.
Este tipo de relación es engañosa, confunde, pero si, también es adictiva y muy intensa. Y son capaces de sufrir y soportarlo todo en nombre de ese amor: tristeza, incertidumbre, malestar, celos, infidelidad. Siempre existe la esperanza de una reconciliación y esta vez sí que va a funcionar.
Abundan las mujeres fuera de serie, que se quedan repitiendo historias que no van a ningún lado. Mujeres valientes, capaces de enfrentar cualquier cosa menos la realidad de tener lejos y fuera de su vida a un hombre que a pesar de que dice que la ama mientras le hace daño y la maltrata.
¿Qué las detiene? Probablemente pensar en todo el tiempo perdido, el sentimiento de culpa, el miedo a quedarse solas. Se quedan en la relación ¨porque lo amo´. Y con ese supuesto amor se olvidan de la realidad, de su insatisfacción, del sufrimiento constante. Se lo juegan todo, su ilusión, lo mejor de sí, su tiempo, su libertad. Y deciden dar una oportunidad más, pero no lo consiguen, no consiguen ser feliz al lado del hombre de su vida.
¿Qué se puede hacer?
Se necesita mucha fuerza de voluntad para reconocer la realidad y no volver a buscar a esa persona, (lo que llamamos contacto cero), si, eso que tanto cuesta y que parece ser el único remedio eficaz para curar este terrible mal.
En terapia se procura volver a despertar en ellas la ilusión de quererse de nuevo, acompañarlas para que redescubran su valor, su identidad, que aprendan a relacionarse consigo misma de una forma saludable. Que puedan quitarse la venda y descubrir aquello que no se permitían ver de su amor enfermizo.
Si estás pasando por una situación similar busca ayuda profesional. ¨No te conformes con menos de lo que mereces”, curarte de esa pareja que te quiere mal es posible y sobre todo encontrar de nuevo la posibilidad de ser libre y feliz.
Fuente: Centro Vida y Familia Ana Simó