Nunca he pretendido ser diferente, soy como soy, con una personalidad moldeada al fragor del tiempo, no me siento inferior ni superior, tampoco igual a nadie.
Cada quien es como es, creo en el concepto de que la felicidad, la proporcionan los momentos en los que uno puede sentirse distendido, es lo más aproximado a la felicidad.
No he soñado y menos intentado poseer dinero, pese a que aprendí a disfrutar cosas materiales, sin que esto tenga algún significado, como para cambiar mi estado de ánimo o sentirme superior.
Me he esforzado en superarme en lo que hago, eso me satisface, competir con mis compañeros universitarios, ser cada día mejor, sin intención de avasallar.
Constantemente me planteó nuevos proyectos, para que otros lo materialicen, en lo personal, dedico tiempo para cuestionarme y saber qué debo cambiar para sentirme cómodo y seguro conmigo mismo.
Regularme expreso lo que siento, no todas las personas me pueden caer bien, tampoco hago nada para hacerme simpático a otros.
He conquistado éxitos en lo profesional y me siento orgulloso porque ha sido mi objetivo, mi crecimiento está basado en la filosofía del empirismo y no recuerdo que deba agradecer a nadie que me impulsase a llegar al sitial en el que estoy.
Hay quienes me quieren, mi personalidad es comprendida o rechazada, tengo detalles para con los míos y esa es la pieza fundamental del porqué puedo conocer quien es quién.
Mi familia es corta, uno que otro hermano, mis hijos que me adoran y me respetan, porque los respeto y los protejo, sin aspavientos, mis amigos de corazón, que me expresan amor, bajo la influencia etílica, valoro eso, porque no he podido decir “te quiero”.
No lo digo, pero lo demuestro y es lo que importa, la maldad, envidia y maledicencia nunca han sido parte de mi accionar.
Me gustaría poseer algunas cosas materiales, pero sin lisonjear ni pisotear por esas conquistas, cuyo valor es pasajero.
No creo en fortunas totalmente bien habidas, no pregono la seriedad, es imposible serlo, si se es heterosexual!