El 2023 fue un gran año para la República Dominicana, su economía creció por encima de la región, mientras redujo los niveles de pobreza monetaria del 27% al 24%, de igual forma los niveles de hambre continuaron disminuyendo y por fin la inflación fue controlada. Otros logros de este año que casi se marcha al sepulcro del tiempo, fue la luz al final del túnel PISA, donde logramos los mejores resultados en nuestra historia, muy malos por cierto, pero como dice Serrat; caminante no hay camino, el camino se hace al andar.
Cabo Rojo ha recibido su primer crucero y Pedernales lo celebra, y cuando viajamos a Santiago los residentes del Hoyo de Bartola y de Puchula agradecen inmensamente a Luis Abinader y Wellington Arnaud por el saneamiento del Arroyo de Gurabo, miles de familias adquirieron su vivienda gracias al MIVED en todo el país y culminando el año logramos la meta de los 10 millones de turistas.
Sin embargo, no todo fue tan positivo, también tuvimos pérdidas de valiosos dominicanos que junto con el año 2023 se marcharon sin boleto de regreso, la muerte de Donelly Martínez que nos demostró una vez más que nuestra policía necesita avanzar, la tragedia de las lluvias en el Gran Santo Domingo que cobró la vida de decenas de personas, la niña Esmeralda Richiez y su indescriptible últimos momentos, sin dejar de mencionar la trágica escena del niño que murió por golpes de compañeros en la escuela y los cientos de jóvenes que nos dieron el fatídico top en el ranking mundial de muertes por accidentes de tránsito.
Llegó el 2024
Llegó el 2024 y nos esperan grandes retos como país, organizar dos elecciones en febrero y mayo, donde los partidos políticos, la JCE, los sectores económicos, sociedad civil y las iglesias tienen una encomienda histórica, legitimar los procesos para que la República Dominicana continúe avanzando por el sendero de la estabilidad. Este nuevo año nos exige que nos pongamos de acuerdo como sociedad en diversos temas fundamentales para el desarrollo del país: es necesario coincidir en la política con relación al vecino país de Haití, de igual forma un pacto fiscal donde todos ganemos, y no como se ha hecho en el pasado, un pacto educativo donde eliminemos todo lo que impide que el sector avance y un pacto ciudadano, político y económico para reformar la Policía Nacional.
La República Dominicana necesitará de la madurez de su liderazgo en este 2024 para continuar avanzando, tenemos varios temas pendientes que no es posible que sean resueltos por un gobierno, ya que necesita de legitimidad para tomar medidas casi revolucionarias para cambiar lo que por décadas se ha hecho mal, esperemos que el interés nacional se coloque por encima de unas elecciones y que el nuevo año sea de paz, estabilidad y de una campaña propositiva, Ojalá que sí.