Reynaldo Peguero; [email protected]
El sábado 12 de septiembre del año 2020, concluyó en Santiago, el primer consejo de ministros del gobierno del presidente Abinader. El mandatario giró hacia nosotros y destacó, “la presentación del Plan Estratégico 2030 estuvo buena”. Sin embargo, indicó, “tengo la decisión de intervenir los arroyos de pobreza crítica en Santiago”. “Necesito propuestas sobre cañadas”.
Hoy, el rescate del río Gurabo, ecológicamente incluyente, sus parques lineales, instalaciones culturales y deportivas es una realidad. Igual, la incorporación de cientos de familias vulnerables en apartamentos habitables, es una de las más significativas obras presidenciales.
10 Km lineales del río Yaque pasan por la ciudad. En este tramo se localizan afluentes que configuran un sistema hidrográfico. Cada tributo acuífero es una de las ocho subcuencas existentes. Estas son: i) El río Gurabo; ii) río Pontezuela-Nibaje; iii) Guazumal iv) Hoya del Caimito; v) río Jacagua; vi) Los Salados; vii) arroyo Hondo y viii) cañada Pastor.
El rio Pontezuela es la primera cuenca que visitantes y residentes se topan cuando salen o entran a Santiago por la autopista Duarte. Su carga de aguas contaminadas al entrar al Yaque, se desvía naturalmente por el canal de riego “Ulises Francisco Espaillat”, para mal irrigar la agricultura de la línea noroeste.
El rio Pontezuela acumula 8.69km lineales. Junto con al arroyo Hoya del Caimito y Nibaje, es el anillo verde Este. Prehistóricamente, el desarrollo del Cibao, creó cursos de agua con vegetación espesa. A partir de los años 70 del siglo XX, Santiago realizó una urbanización en franca enemistad con el Yaque. Se generó mucha riqueza, pero consumimos más recursos naturales que los gastados de forma precedente.
Las riveras del rio Pontezuela acumulan 1,679 hogares, 7,723 personas, 53 establecimientos comerciales, 4 industrias, 3 escuelas y un centro de salud en riesgo. Pontezuela nace al nordeste del área urbana del municipio y recorre barrios de clase media como los Jardines del Dorado, Pontezuela, Las Quintas y los Embrujos. Se une al arroyo de Nibaje recorriendo La Zurza, Ensueño, La Lotería, Portal y Villa Noa, para desembocar en el Yaque.
Gestionar integralmente su cuenca impone intervenciones inteligentes, entre Ayuntamiento y Gobierno. El Colector 10 para recoger agua residual y conducirla a la gran planta de tratamiento de Coraasan es clave. Vital, formular y aprobar una ordenanza de estímulos y restricciones para inmobiliarios y constructores. Asimismo, incluir el desarrollo del parque Ecológico Papa Francisco. Finalmente, la rivera del río Pontezuela debe ser reconquistada, reforzando su parque lineal. Arborizar, aumentar y proteger su sistema verde, será decisivo. En eso debemos estar.