Un océano de opiniones, críticas y comentarios es lo que ha generado el más reciente encuentro entre los expresidentes de la República, Danilo Medina e Hipólito Mejía.
No es para menos, ya que este acontecimiento se produce a menos de un mes de que Hipólito manifestara en una entrevista en El Nuevo Diario Podcast, que no se opondría a una posible alianza entre el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de cara a las elecciones del 2024.
Empero, Mejía ha dejado claro, que se trató de una visita para conocer el estado de salud de su amigo, quien, además, es presidente del PLD, luego que superara hace poco el Covid-19 y a su vez darle un saludo con motivo de año nuevo.
No obstante, eso, las ronchas y bembitas entre dirigentes de los tres principales partidos andan a flor de piel.
LO QUE SE DICE
Los peledeistas que han utilizado las redes sociales para expresarse al respecto, en su mayoría han guardado la forma, para no contradecir la versión oficial que astutamente ofreció ese partido a pocos minutos del encuentro. No así
Mientras, que, dirigentes y comunicadores de la Fuerza del Pueblo, andan celebrando y frotándose las manos, porque a su entender más que una visita, fue una reunión para acuerdos políticos, lo que confirma según estos, que su líder Leonel Fernández está en un segundo lugar y es el candidato a vencer en los próximos comicios.
Algunos comunicadores afirman, que con esto Danilo Medina busca hacerle daño a la candidatura presidencial de su partido, en manos de Abel Martínez hasta el momento.
LO QUE SE CALLA
Las luchas por el control interno de los partidos siempre han existido y si alguien sabe de eso, es Danilo Medina, la historia está ahí. Era conocido por muchos que luego de la consulta interna del PLD surgiría una nueva figura que inmediatamente tendría connotación nacional, lo que todo político quisiera lograr.
Para enfrentar a Leonel “tu a tu” por el control del PLD, Danilo tuvo que quitarse del medio en el pasado a figuras como Jaime David Fernández Mirabal, hasta tener el camino despejado y terminar de arrebatarle el liderazgo interno. Margarita Cedeño y Domínguez Brito no lucían con esas pretensiones, aún así, hoy están fuera del juego.
El pleito ahora es con Abel, quien sí tiene en su radar adueñarse del PLD y ya envió señales en ese sentido, cuando obtuvo la mayoría de puestos claves en las elecciones de las nuevas direcciones medias de la organización en las 32 provincias del país, y Danilo lo sabe.
A quienes hoy les hace roncha la cercanía entre Hipólito y Danilo, son los mismos que celebraron la foto entre Leonel y Abel en junio del año pasado en la Embajada de los Estados Unidos en el país.
Mientras el hacha va y viene, el PLD luce hoy más concentrado en una lucha por el control interno que por alcanzar el poder.