Por JUAN T H
Ha sido un lujo tener a Eduardo Estrella como senador representando a Santiago, la “ciudad corazón”.
Los santiagueros deben sentirse orgullosos de tener a un legislador con la vocación de servicio a los demás, de su probada honestidad, de su capacidad profesional y de trabajo, de los valores éticos y morales que acompañan al presidente del Senado durante los últimos tres años del gobierno del Partido Revolucionario Moderno y del presidente Luís Abinader, a quienes les agradece la distinción y la confianza depositada en su persona.
Pero, sobre todo, Eduardo dice agradecerle al pueblo de Santiago el haberlo elegido para que dignamente lo represente en el Congreso del cual ha sido su presidente tres años consecutivos. “Sin la confianza de mi querido Santiago, yo no fuera quién soy, socialmente hablando”, me ha dicho.
Hace unos días hice un recorrido por las nuevas y remozadas áreas del Senado que lucen un esplendor inimaginable sin recurrir a préstamos ni ayudas extraordinarias del gobierno central. Con el mismo presupuesto Eduardo Estrella le ha cambiado el rostro a la cámara alta. Hay que ver todo cuanto ha realizado el presidente del Senado. ¡Hay que verlo!
Me habló sobre las horas de trabajo en el hemiciclo, la labor que realizan las comisiones de senadores, los estudios que se hacen cotidianamente, los consultores y asesores que tienen labores muy claras y definidas, los proyectos y las leyes que han sido aprobadas en los tres años de su gestión, que no han sido pocos. “En el Senado se trabaja. ¡Y mucho!”, me dijo.
En el senado todo está automatizado. El voto de los legisladores está digitalizado en tiempo récord. El órgano legislativo está digitalizado, lo cual permite conocer o consultar con fines de investigación histórica, todos los proyectos y las leyes que se han aprobado a lo largo de todos los años de existencia.
A través del nuevo sistema podemos saber de las ausencias, quién votó y quien no, a favor o en contra. En varias pantallas aparecen todos esos datos, incluyendo los nombres de los legisladores, las provincias y los partidos al que les sirven.
Ya nada es secreto, ni oculto en el Senado. Todo es claro y transparente ante los ojos de todos los ciudadanos. Las comisiones integradas por los legisladores reciben las sugerencias, apoyos o rechazos, de todos los proyectos, porque se ha creado un sistema en el cual “tú voz cuenta”, de tal manera que los ciudadanos, con o sin partido, pueden emitir sus opiniones sobre los proyectos que se depositan en el hemiciclo, permitiendo de ese modo su democratización y pluralidad. Más de 40 mil documentos históricos se encuentran en los archivos digitales del senado.
Se adquirieron equipos de última generación para la transmisión en vivo de las secciones, cámara, luces, sonido, pantallas, micrófonos, etc., para darle más claridad y transparencia a los trabajos, de cara al pueblo.
Las remodelaciones de las instalaciones de la cámara alta se pueden observar con un simple recorrido. Más de 35 inodoros completos han sido remodelados y embellecidos con un sistema moderno de economía de agua; se colocaron escaleras de emergencias, que no existían, algo insólito, se amplió y remodeló la sala de redacción de la prensa; los salones de trabajo de las comisiones de todos los legisladores fueron remodeladas utilizando el personal del hemiciclo.
Se instalaron más de 750 paneles solares que permiten un ahorro en la factura eléctrica de un 30%; se construyó un comedor con los más altos estándares de eficiencia y calidad para los empleados, gratis, que antes almorzaban en sus respectivos escritorios. Se amplió la ruta del transporte de los empleados con la compra de nuevos y modernos vehículos; a cada empleado se le entregaron tres uniformes, que no tenían en el pasado; los aumentos salariales han sido constantes, al igual que se amplió la cobertura del seguro médico; el dispensario médico fue remozado y ampliado los servicios que se les ofrece a los trabajadores. En la actualidad se construye un parqueo soterrado de dos niveles, con seguridad permanente, para más de 200 vehículos, que no existía. De igual modo se construye una cisterna para más de 50 galones de agua, porque la que había era muy pequeña.
Como puede verse, es mucho lo que ha realizado Eduardo Estrella como presidente del Senado; “mucho con demasiado”, como diría un santiaguero orgulloso de la impronta dejada por su senador. Y lo más importante, digo yo, con el mismo presupuesto que encontró cuando asumió el cargo. La pregunta del millón es: ¿Cómo se pudo hacer tanto con tan poco con el mismo presupuesto de años anteriores? ¿En qué se gastaba el dinero antes de que Eduardo Estrella asumiera la presidencia del Senado? ¿Alguna Auditoria, ya sea de la Cámara de Cuencas o de cualquier otro órgano del Estado podría revelarlo? Sería interesante saber cuánto millones de pesos se dilapidaron durante los 20 años del PLD y quienes fueron los beneficiarios.
Después de ver el paso pulcro y transparente del Senador Estrella de Santiago, sería interesante saber si continuará el mismo nivel de austeridad y transparencia en el “Senado del cambio” tras la partida de Eduardo de la presidencia del Senado, como parece ser a partir de agosto próximo. ¡El tiempo lo dirá!