Quiero empezar citando a un personaje bíblico llamado Judas el Iscariote, un individuo que ha sido condenado por la humanidad, a quien se le conoce como el traidor, quien por 30 denarios vendió a Rabi, o mejor dicho al maestro.
Así como Caín es sinónimo de asesino en la tierra, Judas es llamado por todos delator, elevoso, conspirador, por el vulgar hecho de vender a su maestro.
Sí, el destino ha empezado a cobrarte por tu falta de lealtad, por ser desobediente, por ambicioso, por ser poco transparente con el tesoro que se te dio para que los cuidara como un padre cuida de un niño.
Relacionando esto con los casos que se dan en política, hago un stop y pienso lo siguiente:
Reflexiono y digo, en
politica debemos ser cautelosos y estratégicos, está demostrado en el nuevo testamento, la decisión de crucificar a Jesús fue política, acaso no fue Anas y Caifas los que armaron el muñeco y por orden de sus superiores a quienes conocen muy bien por lo que trató de eludir, procedieron a cometer el acto más inhumano de nuestra existencia.
La traición consiste en defraudar a familia, amigos, grupo étnico, religión u otro grupo al cual pueda pertenecerse, haciendo lo contrario a lo que los otros esperan, por lo tanto, estamos condenados a repudiarla.
No le podemos dar el título de Caín, nunca, no es un criminal, pero si le podemos llamar traidor a los estatutos de su partido. Cito: en el 2016 el candidato a la alcaldía por el PRM era José Enrique Sued, el señor Nelson Abreu por ambición y por irrespeto decide no apoyarle, se queda con Serulle a pesar de este desmeritarlo por todos los medios posibles, !cuanta incoherencia!.
Vuelvo y cito: el denominado líder de la oposición; Luis Abinader invitó a desayunar a todos los candidatos que aspiraban en Santiago, con el objetivo de llegar a un acuerdo, el cual fue tomado de las manos por todos, pero a quien mencionamos lo vulneró, pero mucho antes de esto obtuvo una candidatura a regidor sin mérito, donde otros la merecían, pero en el 2006 en el viejo PRD este decide salir por contradecir las líneas de esa institucion y se va al BIS quien lo lleva como candidato a sindico. Esto es traición.
Vuelvo y cito: en varias ocasiones le escuchamos decir que si perdía lo primero que haría era felicitar al candidato que resultara ganador, pues ha sido lo contrario, hoy está desmeritando un proceso que ha sido saludado por toda la militancia de su partido. Esto es traición. Por consiguiente, no podía ser el presidente de un partido que tiene normas y que se supone es moderno.
El PRM debería de condenar a esta persona, pero como todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, que lo dejen en libertad.
Hoy por hoy, y sin temor a equivocarme, la figura de Judas encarna en muchas personas del aspecto político nacional.