*Carta Pública*
*Por Yimi Zapata*
Hace hoy exactamente 9 meses que fui apresado saliendo de mi casa, con destino a la universidad donde debí llegar a una clase, lo cual nunca sucedió, ya que fui apresado por agentes de la unidad del (DICRIM), de la Policía Nacional, con uno de los aparatajes más exagerados, que jamás haya visto.
Esto se realizó con el cierre de un túnel y 3 calles para apresarme a mi, un simple estudiante universitario, el cual nunca había estado preso antes y nunca ha tenido problemas con nadie en su vida.
Ese día comenzó está batalla desproporcionada.
Una batalla en la cual llevo 9 meses injustamente y muchos se preguntarán, ¿por qué injustamente?, Pues porque lo siguiente;
1. ¡Yo no estafé a nadie nunca! Hay 5 querellantes de los 19, de lo cual es menester resaltar que NO son todos estudiantes universitarios, y que incluso no todos estudian en la UASD.
Los que si son estudiantes, que me depositaron entre RD$ 23,000 y RD$ 19,000 pesos, para que les comprara unos boletos aéreos los cuales ellos utilizaron, —eso es lo único que presenta el MP en mi contra con respecto a la famosa estafa—, y tengo pruebas de que ese dinero se utilizó para lo que ellos lo depositaron a mi cuenta.
2. Se me acusa de uso de documentos falsos, una realidad incuestionable la existencia de una carta falsificada pero… ¿Quien la falsificó? Solo una persona pudo hacerlo, y ese fue el Presidente de la Fundación a la cual pertenezco, porque él era la única persona dentro de esa institución que tenía contacto directo con los organizadores del evento, al cual se le falsificó el documento. Mi única función en dicha fundación, era impartir talleres de Naciones Unidas para algunos de esos jóvenes, los cuales consideraba mis amigos.
1. Me acusan de Asociación de malhechores, pero el Código Penal estipula, que existe Asociación de malhechores, cuando dos o más personas se reúnen con un fin ilícito para engañar o robarle algo o alguien, con métodos fraudulentos. En mi caso, esto resulta ser una vil mentira, porque todo lo que se hacía en esa institución, estaba supervisado por los que hoy son los querellantes y por sus padres, quienes sabían claramente lo que se hacía ahí.
4. El día 3 de octubre del 2017, cuando me apresan me llevan al Palacio de Justicia de ciudad nueva, donde me llevan a una celda con todo tipo de delincuentes, los cuales fumaban y usaban todo tipo de drogas en todo momento, —una gran frustración para mi—, y ahí pase 6 días más hasta que se me conoció la medida de coerción.
El día 9 de octubre del 2017, el Juez de atención permanente del Distrito Nacional, José Alejandro Vargas, me dicta una medida de coerción, la cual considere abusiva, represiva y en contra de todos los procedimientos legales existente, ya que me impuso la prisión preventiva, la más drástica del Código Procesal Penal, la cual debería ser la última medida que se pueda imponer a una persona que jamás haya tenido antecedentes penales como yo, pero lamentablemente la presión de la prensa y de manos oscuras para hacerme daño, provocaron esa decisión exagerada del magistrado Vargas, el cual alegó categóricamente que se me imponía la prisión por los delitos que se me acusaba, de los el peor era el tráfico de personas, pero irónicamente sucede y acontence, que el MP retira después ese tipo penal de la acusación formal, que se me hace.
¿Por que ha sido una batalla desproporcionada? Pues he estado preso durante 9 meses en CCR-17 o mejor conocido como “Centro de Corrección y Rehabilitación 17” Najayo Hombres, en un pabellón de máxima seguridad —Como si yo fuera el peor de los delincuentes de este país–, donde sólo me sacan a la cancha por 1 hora al día de lunes a viernes.
Ha sido una batalla desproporcinada porque las veces que he solicitado una variación de medida de coerción ha sido rechazada, porque no presento presupuestos suficientes o son lo mismo siempre (según el MP, los abogados querellantes y los jueces) pero pueblo mío, díganme ustedes que puedo yo presentar, si no soy empleado del Estado, no tengo empresas, no tengo un apartamento en la Caney, no tengo helicópteros (como los de ODEBRECHT). Yo sólo tengo a mi hija que nació yo estando aquí, tengo a mi mamá y mi papá quienes son pobres al igual que yo. Pero necesito que me dígan que es lo que debo presentar para que me pueda ser variada la medida.
Ha sido una batalla desproporcinada, porque por más que he explicado con lujos de detalles al MP, a los jueces y a todos, no soy escuchado.
Ha sido desproporcinada porque soy pobre y sólo intente llegar lejos y hacer cosas diferentes y por eso aún ocupó el cargo de Presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), donde le gane por muchos votos al candidato del gobierno, en un torneo electoral democrático, y a mis contrarios que intentaron todo en mi contra y aún así la mano de Dios se mantuvo sobre mi.
Desproporcinada porque enfrente junto a Guelmis Rivera a un Senador inorgánico, que nunca ha hecho nada por Peravia y sólo sale hablar de la Policía, dela cual ha sido su única función desde que asumió.
Ha sido desproporcinada porque el es quien tiene a los abogados de los querellantes diciendo cosas de mi en los medios, siendo todas mentiras y yo aún aquí aguantando insultos a mi madre, a mis hermanos, hasta a mi hija y de mi ni se diga.
¿Donde ha estado la verdadera justicia para mi?
¿Donde ha estado la imparcialidad del MP para mí persona?
¿Donde ha estado la verdad que muchos medios esconden?
Esto, queridos amigos y amigas, ha sido una gran batalla desproporcinada, pero como fiel creyente que soy de Dios, se que en su momento se hará una verdadera justicia, porque como dijo el apóstol San Juan, en el Cap 8, versículos del 31 al 32.
Cito: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
!Dios les bendiga a todos!
Yimi Zapata
*Presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED)*