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Por: Yenifer Gil, M.A.
A solo días de cerrar el 2018 e iniciar el 2019, es un buen momento para evaluar y reflexionar sobre las metas alcanzadas y por qué no sobre las que fueron trucadas en este casi fenecido año. Es importante tomar tiempo de este último mes caracterizado por las fiestas y el compartir para analizar qué hemos hecho bien y en qué hemos fallado; de modo que podamos tener una panorámica clara de cómo continuar nuestras vidas a partir del nuevo calendario, el que representa una nueva oportunidad para iniciar o seguir avanzando en nuestros proyectos de una forma diferente, si es necesario.
Desde pequeña me enseñaron que a cada término de año debía aparecer de forma escrita nuevas metas y objetivos que cumplir; unos que tomarían más tiempo que otros dependiendo de su magnitud. De manera muy personal, les puedo decir que en mi vida, esto ha tenido resultados muy positivos; pues sin darme cuenta lo que hacía cada final de año era una especie de planificación que sería el norte o guía durante los próximos 365 días.
En principio, esas metas eran meramente económicas, con el tiempo descubrí y te invito a que lo hagas tú también que había otras áreas de mi vida que debía trabajar para obtener un verdadero equilibrio; así empecé a proponerme metas espirituales, académicas, profesionales, de salud, familiares, sociales… y he encontrado mucha mayor satisfacción al incluirlas como metas logrables y con plazos establecidos. Cada uno, agregará aquellas áreas de interés que debe trabajar o reforzar, acorde a sus deseos, posibilidades y características particulares. De lo que sí estoy clara, es que tenerlas escrita y revisarlas constantemente es una forma de ver cómo vamos y si debemos afilar la sierra para continuar la marcha.
Iniciar con buen pie, no nos asegura que terminaremos igual ya que se requiere de mucha consistencia para lograr cambios y hábitos en nuestras vidas, por pequeños que sean; pero al menos habremos iniciado bien y ya eso es un gran paso. Por eso te invito a que hagas tu planificación, a que escribas tus metas y tu plan de acción para lograrlas. El 2019 será tan bueno como tú te lo propongas y el universo conspira siempre en favor de quienes creen en sus sueños y luchan por hacerlos posible.
Te auguro una Feliz Navidad, que nazca en ti la alegría de compartir con otros lo que Dios te ha regalado y que el 2019 sea un año de mucho crecimiento en todas las áreas de tu vida.