El pasado lunes 21 de agosto, el presidente del PRD, Miguel Vargas anunció lo que era un secreto a voces desde hace meses, la alianza opositora del PLD-FP-PRD, lo cual es importante analizar de cara a las elecciones de febrero y mayo del 2024, y en el presente artículo reflexiono sobre cuatro puntos:
- El objetivo de la alianza tiene mayor inclinación a lo municipal
Tanto el Partido de la Liberación Dominicana como la Fuerza del Pueblo están conscientes de que Luís Abinader tiene una ventaja casi absoluta sobre ellos; que con una valoración del 65%, una simpatía entre el 51% y 54% y un partido con más del 43% es muy difícil revertir eso, y que esa popularidad del presidente también impacta en las candidaturas de los demás niveles de elección, por eso vemos que la alianza abarca el 60% de las candidaturas municipales, para contrarrestar la cantidad de alcaldes y directores de distritos que ganará el PRM, no para obtener mayoría, sino para no perderlo todo.
Pero este objetivo tiene una piedra en el zapato, y es que no abarca las plazas más importantes en materia de votos, ya que tanto el PLD como la FP tienen un candidato presidencial con una simpatía muy similar y el resultado de febrero en materia de votos impactará en la percepción de cara a las elecciones de mayo, por lo que, el que quede en tercer lugar podría sufrir un desinfle, dígase Leonel Fernández o Abel Martínez.
- El impacto que tendrá la alianza en lo presidencial
La alianza PLD-FP-PRD de entrada ha tenido un gran impacto en lo presidencial pese a no haber sido concebida con ese fin, por lo menos no en una primera vuelta presidencial. Pero el impacto no ha sido a favor de la alianza, sino del oficialialismo.
Un elemento fundamental en la construcción de un proyecto presidencial es la elaboración de la narrativa, Vallès lo explica de la siguiente forma: este recurso simbólico del poder proporciona la capacidad de explicar [y justificar y/o legitimar] hechos, dando de ella la versión más favorable a los propios intereses.
La imagen del PLD luego de las elecciones del 2020 sufrió daños severos, asociando este partido a la simbolización de la anti ética, inmoralidad y la mala política (uso abusivo del poder, arbitrariedad y violación de las leyes), mientras Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo con un nuevo color lograron librarse de ser salpicados, lo cual era un espacio perfecto para que la oposición peledeista migrara hacia la oposición pueblista, potabilizando un nuevo proyecto politico con los mismo entes de siempre.
Pero esta oportunidad que tuvo Leonel en sus manos la ha tirado a la borda, ya no hay dos proyectos politicos de oposición, no existen los buenos y los malos, los limpios y los impuros, el espacio limpio donde las almas podian purificarse ha desaparecido, y esto se percibe en la sociedad en sentido general, por lo que, esta alianza obligará a que partidos políticos, grupos sociales y entes del sistema que no apoyaban la reelección abiertamente se vean en la obligacion histórica de tomar una posicion pública a favor de esta, fortaleciendo la candidatura de Luís Abinader.
- El PLD detiene cualquier posibilidad de hemorragia hacia la FP
Fruto de la crisis de branding que ha venido sufriendo el PLD desde el 2020, la Fuerza del Pueblo se vino aprovechando de esa situación y absorbiendo la dirigencia de ese partido, pero por la formalidad y principio de buena fe de un acuerdo político, la hemorragia del PLD hacia la FP se detiene, sufriendo Leonel Fernández de forma directamente proporcional las consecuencias, paralizando su crecimiento, ya que su único target hasta ahora han sido los peledeistas.
- Leonel ha cometido el pecado de no saber esperar ni saber detenerse
La ley número 47 de Robert Greene da un mandato: No vayas más allá de tu objetivo original: al triunfar aprenda cuándo detenerte;
“El momento del triunfo es a menudo el momento de mayor peligro…No permita que el éxito se le suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificacion cuidadosa. Fíjese un objetivo y, cuando lo alcance, deténgase”.
Leonel Fernandez violó en su totalidad esta ley, estaba logrando su objetivo de absorber al PLD, pero no supo detenerse a reflexionar el proximo paso para consolidar lo que habia conseguido, y por intentar abarcar más de lo que era posible en esta coyuntura cerró toda posibilidad de concluir su objetivo inicial, además de destruir su principal recurso simbólico de cara a la construcción de su proyecto politico.